ANÁLISIS DE PALOSANTO DE ENRIQUE BUNBURY


De Juan Puchades en Efem

“Palosanto’ en realidad son dos discos, o dos conceptos diferentes de disco: en la secuencia en vinilo, con la división por caras, es donde mejor se apreciará”

Aunque “Palosanto” no se pondrá a la venta hasta el 29 de octubre, Juan Puchades nos explica qué vamos a encontrarnos en él, ofreciendo las claves esenciales para comprender el sentido de un álbum que no por casualidad se divide en dos partes.


Texto: JUAN PUCHADES.
Foto: JOSEGIRL.


Antes de escuchar el disco, Enrique Bunbury me advierte por mail de que es conveniente respetar las dos partes que lo integran, que haga una parada entre ellas. Pienso que exagera y no le hago caso: lo escucho de tirón, y comprendo su argumentación. Las siguientes escuchas, a lo largo de una decena de días, siempre incluyen la correspondiente parada. Y es que “Palosanto” en realidad son dos discos, o dos conceptos diferentes de disco: en la secuencia en vinilo, con la división por caras, es donde mejor se apreciará. De hecho, me cuenta Enrique que trabajó con veinte temas y que dudó en sacar dos discos, o un doble. Al final, se decantó por quince temas y decidió apostar por esta idea de las dos partes. Más acorde con los tiempos de escasez, imagino. Esos tiempos retratados en, precisamente, la primera parte de su disco…



bunbury-palosanto-30-09-13-c


Comienza Palosanto con ‘Despierta’, el tema que se ha difundido en vídeo y que por momentos recuerda la sonoridad de “Flamingos”, pues conecta con su rock vaporoso y espacial, con el de ‘Lady Blue’, pero aquí, si nos fijamos, además de unas guitarras eléctricas que parecen mirar hacia el norte de África, los arreglos están muy definidos por los sintetizadores, que son uno de los motores principales de “Palosanto”, junto con los arreglos de cuerda (interpretados por la Budapest Art Orchestra y grabados en Hungría), que se dejan ver en la recta final y que definirán en gran medida la estética de toda la obra. En esta canción densa, Bunbury clama porque despertemos de una vez, que despertemos ante la calamidad: “Despierta, / todo ha cambiado, / nada es como / habíamos imaginado”. Y ante la indecencia de los recortes que padecemos, canta: “Respira / y bébete el aire, / ya no hay nadie / que te lo pueda quitar”, pues el aire, sí, es de lo poco que nos queda.


Más liviana se presenta ‘Más alto que nosotros solo el cielo’, donde Bunbury comienza cantando con su voz más de crooner pop y remitiendo musicalmente de nuevo a “Flamingos”, aquí para decir que nadie está por encima de nosotros, solo el cielo, y que quienes se creen superiores “No han visto nada todavía aún, / lo mejor espera / a la vuelta de la esquina. / Y hay muchas cosas / que preferirían no saber / de ti y de mí, de ti y de mí y de ti.” Un tema precioso en su compleja sencillez, arreglado con primor, y de los más optimistas de la primera parte de “Palosanto”.
Con ‘Salvavidas’ nos adentramos en el tramo más denso de esta primera parte, en la que vienen tres temas seguidos que se tornan algo oscuros y que requieren de toda la atención del oyente. El primero se mueve en una clima casi opresivo, con el que, en el estribillo, se incide en la idea del corte anterior: “Todo lo que / necesito hoy, / quítamelo”. El arranque no deja lugar a dudas sobre las intenciones: “Al frente un precipicio / y los lobos a la espalda, / en realidad, nunca me perdí, / siempre seguí el camino correcto”. Aquí se descubren unos coros gospel (grabados por The Gospel Trio), que poco a poco van a ir filtrándose por el disco, sumándose a las texturas de las guitarras, los teclados y las cuerdas, tejiendo una maraña de capas que estructuran la mayoría de las canciones.

 La continuación es ‘Los inmortales’, de nuevo otro tema oscuro, aquí con guitarras fuertes cual taladro, rockeras, y los coros gospel apoyando desde atrás a la voz principal. La letra es de las más crípticas de esta primera parte, a lo que contribuye el ambiente tenso que teje la música. Con ‘Prisioneros’, finaliza la parte más árida de “Palosanto”, en esta ocasión es un tema calmo, con suaves ecos de jazz en algunos momentos y ciertos ecos beatlelescos. La intensidad sube en el bello estribillo, subrayado por las cuerdas: “Cuanto más participamos, / más nos precipitamos”. Hermoso y emocionante es el momento en el que Bunbury ataca los versos que dicen “Las grandes canciones / son las que necesitamos, / al ritmo sincopado / de las suelas de tus zapatos”, un instante de esos de grandeza musical que te congratulan con la canción como género artístico.


Encarando la recta final de la primera parte, llega la contundente ‘Habrá una guerra en las calles’, de título bien explícito y con los versos más rotundos de todo el disco: “Habrá una guerra en las calles, / y la sangre llegará al río. / Desde hoy estás despedido / y los de atrás pasan delante [...] Dijiste que hagamos / un pequeño sacrificio / y por el bien de todos / te sacrificaremos a ti. / Habrá una guerra en las calles / ya lo advertimos. / Ahora está en peligro / tu seguridad, / no te pongas a tiro / te cruces por mi camino, / o vuelvas por aquí”. No hay más que explicar, ¿no? En España tenemos claro a qué y a quiénes se refiere. Bunbury, dado lo diáfano del mensaje, ha optado por musicar este tema con sencillez y claridad: esto es rock, sin más, solo los arreglos electrónicos del fondo juegan sin cesar pero sin interferir la arenga, pues de eso se trata, de una arenga.

El rock potente pero melódico e infeccioso llega con ‘Destrucción masiva’, con un texto ambiguo en el que podemos entender que Bunbury se pone en el papel de los hijos de la gran puta que rigen nuestros destinos y que quieren acabar con nosotros o, por el contrario, somos nosotros los que podemos acabar con ellos… ¡A gusto del oyente! Desde luego, voto por la segunda lectura.
Tras el ruido, llega la calma, con ‘El cambio y la celebración’, el final de la primera cara, o la primera parte, una bella balada a lo Bunbury, una invitación a reinventarnos, a salir más fuertes del horror: “Muere un poco, / para nacer mejor / de un parto doloroso. / Es el cambio y la celebración, / te guía la Luna, / y te alimentas del sol”.
Esto es lo que ha dado de sí el disco conceptual (¿se sigue usando este término, o quedó en desuso?) de Bunbury, su trabajo más social y ambicioso hasta la fecha. Ocho temas que unidos podrían conformar un único disco de más de media hora. Y sí, hay que entenderlo como un álbum aislado, como un “concepto”.

Fin de la primera parte.
Llega el momento de ir a prepararse un café, estirar la espalda, consultar el correo o los titulares de los periódicos… y regresar a “Palosanto” en un ratito…




bunbury-30-09-13-b
“Aquí las intenciones son otras, Bunbury ha recogido parte de esas canciones escritas en los últimos tiempos y que se alejaban de lo social, del relato del caos, la mentira, la estafa y el miedo que ha guiado los temas anteriores”

Segunda parte del álbum, o cara B, o segundo disco… lo que cada cual prefiera. Aquí las intenciones son otras, Bunbury ha recogido parte de esas canciones escritas en los últimos tiempos y que se alejaban de lo social, del relato del caos, la mentira, la estafa y el miedo que ha guiado los temas anteriores. Pese a ello, no ha tratado de que hubiera una ruptura sonora y en estos siete temas (y otra media hora de duración) se siguen patrones sonoros similares: profusión de sintetizadores, arreglos de cuerda y coros gospel. En todo caso, algunas de estas letras continúan fijando el momento, con más sutileza, pero arañando la mugre de la superficie de las cosas.


‘Hijo de Cortés’ es un rock típico de Bunbury, de esos bastardos que le gusta escribir, aquí con algunos momentos que conectan con el jazz, y con el que clama que no somos consecuencia de la hijaputez ajena e histórica: “No me digas hijo de Cortés, / ni confundas pueblo y soberano, / igual que un chileno o un peruano / no tiene porqué ser hermano / de Fujimori o Pinochet”. Interesante el puente con el órgano.

Al final, Enrique se marca un scat a lo Louis Armstrong.

Como un bolero tropical arranca la cadenciosa ‘Mar de dudas’, canción sentimental con algunos de los versos más sentidos del disco, con los que Bunbury deja ver cómo ha aprendido las lecciones del Gran Cancionero Latino: “Anhelamos la libertad / pero estamos atrapados / sin el arte de amar / y remar a la vez. [...] Mar de dudas / y aguas profundas. / Mar de dudas, / no cambies nunca jamás / y que el resto del mundo / sea el que cambie a tu alrededor. / Y permite que forme parte de tu tripulación”. Un tema de los que entran a la primera. Y aunque no sé bien qué piensa el público más rockero de estas incursiones latinas de Bunbury, sirven para afianzar un cancionero propio y valioso, paralelo al llamado a ser coreado en los directos, con el que deja escapar algunas de sus pasiones musicales más primarias.

Más profunda se presenta ‘Miento cuando digo que lo siento’, un corte intenso y climático, de tempestad contenida, cuya letra invita a la doble interpretación. El sonido de la guitarra remite al rock fronterizo estadounidense. Las cuerdas adquieren un papel principal. “Otra vez será, / no volverá a pasar, / no debí consentirlo. / Un poco de control racional / de los sentimientos no vendría mal. / Orden de alejamiento judicial / y no volver a vernos… / jamás”.

‘Nostalgias imperiales’, con percusión machacona y de nuevo guitarra omnipresente, es un tema complejo y místico, con, otra vez, una ambientación opresiva que parece que vaya a descargar y no termina nunca de hacerlo. “El campo es santo, / la ciudad no tanto. / Obsequia su vino / en silencio, / quimera de luna / en oro mayor”.


‘Plano secuencia’ es tal vez la gran canción de “Palosanto”, preñada de nostalgia latinoamericana, de aroma de tango triste; aunque no es un tango, no hay que confundirse, es una balada con el sello del Bunbury más sobrio, inspirado y sentimental (con ecos latinos, pero también franceses en la recta final). De una belleza radiante pero capturada en blanco y negro, como congelada en un fotograma hecho canción. “Cada esquina / nos devuelve nuestra historia, / la avenida y el bulevar / filmados en plano secuencia, / la gloria hasta el amanecer, / con cuidado, no se fuera a romper.” Musicalmente es una filigrana que engarza varias pequeñas piezas, y Bunbury se entrega en la interpretación vocal, manejando con la acostumbrada soltura diferentes registros.

‘Causalidades’ es una invitación a desconfiar… ¿de profetas y gurús? Muy probablemente. “¿Está escrito, o no, el destino? / Mantén los ojos abiertos, / interpreta los signos correctos, / desconfía de falsos maestros, / solo tú puedes saberlo, / nadie más puede saberlo”. En lo musical es un corte de pop tranquilo, muy Beatle.


El cierre del álbum llega con otra de esas canciones que enamoran desde la primera vez que la oyes: ‘Todo’, casi con aire de valsecito, aparentemente arreglada con lo mínimo, pero que amaga un trabajo perfecto, para aparentar completa sencillez. Escuchándolo es como que quedas atrapado en un carrusel. Un final sublime.
¿Conclusión? “Palosanto” es un disco esencialmente valiente, que nos devuelve al Bunbury compositor –ese que se había tomado unas vacaciones–, y al investigador de sonidos (pero sin pasarse, que nadie se asuste), al que no le gusta permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar musical. A la vez nos presenta al Bunbury comprometido con su tiempo y sus semejantes (siempre presente en su cancionero, aunque hasta ahora de manera más sutil). Y cómo no, con el oficio de escribir canciones. No es un disco alegre: deja en el oyente una cierta sensación de tristeza; de mala leche en la primera parte, de cierta nostalgia en la segunda… Pero así es 2013. Así es nuestro tiempo.

LOS BROKERS QUIEREN INFLAR LAS COTIZACIONES ESPAÑOLAS A BASE DE ELOGIOS DESMEDIDOS DESPUÉS DE HUNDIRLAS HACE POCOS MESES

 

Llevamos meses avisando desde este blog de como operan los mercados, en este fenomenal artículo de Manuel Torrens os lo deja bien clarito.  Ni España estaba tan mal ni el mundo Anglosajón tan bien de hecho Estados Unidos y de rebote Gran Bretaña no es que estén en una posición mucho mejor.

 

Los brokers quieren inflar las cotizaciones españolas a base de elogios desmedidos después de hundirlas hace pocos meses

La cuestión es ganar un 300% ya sea subiendo o bajando. Hace apenas un año anunciaban el apocalipsis en España, llenos de posiciones cortas. Ahora, gritan "Viva España" o "llega la nueva Alemania", después de haber cargado sus carteras de activos domésticos. 
 
           
Foto:Gtres Hace apenas un año los brokers anunciaban el apocalipsis en España, llenos de posiciones cortas.
sobre el autor

Manuel L. Torrents


Hace un año y medio, arreciaban los informes apocalípticos sobre España por parte de las gestoras de fondos, bancos de inversión y gurús variados. Hoy, la cosa es radicalmente al revés: parece haber rivalidad entre los brokers por comprobar quién proclama el titular elogioso más encendido sobre nuestro país. El discurso ha cambiado radicalmente, aunque el objetivo es el mismo: obtener rentabilidades de vértigo y si es por la vía rápida, mejor. ¿Están calentando las cotizaciones, por tanto, para soltar un repentino alud de ventas cuando convenga a los autores de estos documentos?
Corrían los primeros meses de 2012 y los nombres de Bill Gross (Pimco), John Mauldin, Paul Krugman, Nouriel Roubini, Joseph Stiglitz… eran célebres por sus ataques a España y sus anuncios de rescate, quita de deuda, corralito, salida del euro, quiebras bancarias...
Los medios anglosajones tampoco se quedaban atrás y no cesaron su fuego a discreción contra todo lo ibérico hasta finales del pasado año. La cantinela “The pain in Spain” era casi una sección fija en el Financial Times o The Wall Street Journal.

"Si quiebra, nos forramos"
Entre los agoreros más notorios, cómo no hablar del hedge fund Carmel, que emitió un informe absolutamente devastador sobre el país, con datos que no eran falsos, pero suponían una perfecta recopilación de todo lo malo, sin el menor atisbo para la esperanza. El cataclismo estaba cantado. Sólo había un pequeño matiz en ese trabajo: reconocía estar arriba de cds sobre España. Si lograba la quiebra del país, obtendría una rentabilidad del 300%.

Es decir, la idea de inversión que vendía a sus potenciales clientes era la quiebra de España. A eso jugaron los bancos de inversión, hedge funds, especuladores... Esos que Zapatero intentó localizar empleando al CNI.
El pasado año y parte de este, nuestra economía ha sufrido lo indecible, víctima de inversores bajistas que la emprendieron con todo activo español, ya fuera deuda, acciones o híbridos.
Todo ello forzó una intervención masiva de los bancos centrales para frenar una operativa que se llevaba por delante a los países e incluso al euro. El culmen fueron las famosas (y algo chulescas) palabras de Draghi: “haré lo que sea para defender la unidad del euro y créanme, será suficiente”.
Meses después, con los mercados apaciguados a base de heroína de banco central, comenzaron a aparecer informes favorables sobre España. De repente, se dio la vuelta a la tortilla y el que no tomara posiciones en el mercado doméstico se iba a perder algo casi tan bueno como el Euromillones.

Arcano, el primero
Tal vez, el primer disparo lo dio Arcano, con un sorprendente y estimulante documento, que exhortaba a entrar ya mismo en España. Desde luego, el que le hiciera caso, estaría ganando más de un 10% en el Ibex. Por su lado, la prima de riesgo está en mínimos anuales.
Así, se ha ido sucediendo una lluvia de opiniones favorables a España y lo que parecía increíble, sus bancos, tanto desde firmas domésticas (Santander, BBVA, ATL Capital, Arcano, Bestinver, Gesconsult…) como internacionales, con mención especial para Morgan Stanley.

Viva Morgan
Esta entidad lleva meses deshaciéndose en elogios sobre la economía doméstica, pero lo de este mes ha sido para nota: The new Spain, decía el pasado día 9, hablando de economía y banca; “Viva España” anteayer mismo, refiriéndose a la renta fija. Antes, había dicho que éramos mejores que Francia y que íbamos a ser “la nueva Alemania” europea.
HSBC, Credit Suisse, JP Morgan, UBS… son algunas de las firmas que han ido mejorando su opinión sobre España, con mención especial para su visión sobre los bancos. ¿Se trata de valoraciones totalmente sinceras, emitidas sin más, que reflejan una imagen fiel del país o esconden intereses ocultos?
Cargados de España

Lo que sin duda hay detrás es que los más favorables son los que tienen sus carteras más ‘cargadas’ de activos españoles. De la misma manera que a Carmel le interesaba hundir los activos domésticos porque estaba corto, los grandes brokers están largos y les interesa subirlos.
No es nada nuevo. A finales de agosto, la publicación americana ZeroHedge revelaba que mientras Goldman Sachs emitía fuertes recomendaciones de venta sobre el oro, debido a su elevado precio, ellos compraban a todo correr a precios más bajos: “mientras le decían a los clientes vende, vende, vende, ellos compraban, compraban, compraban…”.
El resultado fue una caída de la cotización del metal precioso y una fuerte entrada de Goldman a precios bajos.


La causa de la crisis sigue viva
Esto es una consecuencia más de la mezcla insana de banca comercial y de negocios, permitida e impulsada tras la derogación de la Ley Glass-Steagal en EE UU. Así, los bancos pueden tomar posiciones propias, emitir informes favorables a las mismas y hacer que ‘otros’ compren lo que ellos quieren vender, o vendan lo que ellos quieren comprar. La gran causa de la crisis sigue abierta.


¿Oleada de ventas?
No es descartable que en un momento dado llegue una oleada masiva de ventas, por ejemplo, cuando la prima de riesgo baje claramente de los 200 puntos básicos. De hecho, algo parecido le está ocurriendo a Alemania, que se ha beneficiado de ser un activo refugio en esos momentos en los que se pregonaba la ruptura del euro y ahora están saliendo del bund todos los que compraron en el pasado. El martes, su bono a 10 años cerró por encima del 2%, cuando llegó a estar recientemente por debajo del 1,2%.


“Nos han estado visitando de Morgan y nos dejan ver un panorama que llevaría al Ibex a 20.000 puntos”, decían en un banco privado español esta semana. Puede ser que los bancos de negocio estén calentando las cotizaciones para vender ellos cómodamente, dejando ‘entrampado’ al último que llegue, aunque también hay apuntes para la esperanza, como son la entrada de inversores estables en los últimos tiempos: el fondo Apollo ha comprado EVO Banco, Banesco se ha hecho con la red de fuera de Galicia de NVGB, inversores chinos han entrado en NH… Y hay mucho interés por los activos inmobiliarios.



Siempre a bajo precio, porque nadie invierte por caridad, pero hace apenas 12 meses se rechazaba por completo cualquier idea de inversión sobre España. Sin embargo, la euforia escrita de los bancos de negocio parece, cuanto menos, ligeramente exagerada, ya que muchos graves problemas estructurales siguen ahí. Pero, seguramente, no es descabellado decir que cuando aparece un informe bursátil muy definido en un sentido o en otro, la matriz de la casa del documento ha tomado posiciones previamente, en función de sus intereses. 

EL LOBBY JUDIO EN WASINGHTON ASEGURA QUE EL ATAQUE A SIRIA SE PRODUCIRÁ EN 72 HORAS





El Lobby Judío en Wasinghton asegura que el ataque puede producirse en las próximas 72 horas, a su vez diferentes testigos en Siria, uno de ellos incluso oficial paramilitar Rebelde, aseguran que el ataque con armas químicas fue realizado por una facción cercana a Alqaeda.

"La Guerra se está alargando mucho debido al formidable ejército de Assad ", comenta uno de los Rebeldes, no hay que olvidar que estamos hablando de uno de los ejércitos más poderosos de la zona. Protagonista de importantes ofensivas de miles de tanques en conflictos como la guerra de los 6 días o los altos del Golán.

Alguien sinceramente cree que regiones y zonas concretas del país armadas desde el principio con armamento ligero no hubiesen sido aplastadas completamente por las decenas de divisiones mecanizadas y modernas de uno de los ejércitos más poderosos de la zona. Si eso no ha sucedido en casi más de año y medio de conflicto ha sido porque había población civil en medio que obligaba a evitar una masiva matanza con una ofensiva directa contra los núcleos de levantamiento.

 En base a ello y con cierta lógica, podemos extraer la conclusión que la pretendida idea estúpida o mejor dicho interesada  que Assad ha utilizado armas químicas contra su población civil carece de total fundamento. Los crímenes cometidos contra la población civil se han producido por ambos bandos y por grupos más autónomos que estrictamente militares. Por un lado facciones de milicianos paramilitares que acompañan a unidades de Assad y suelen combatir por su cuenta, y por otro lado en el caso rebelde por unidades muy islamizadas. Donde encontramos  miembros de Alqaeda que aplican gran crueldad sobre familias enteras de opositores en poblaciones bajo su control.









Según uno de los miembros del Lobby judío que se ha desplazado hoy a Wasinghton para intentar convencer al congreso sobre la viabilidad y justificación del ataque, este se va a producir en no más de 72 horas haya o no haya una potente coalición de países para ello. En las últimas horas parecen haberse sumado más países incluido Alemania, pero es que en este Lobby en concreto hay poderosos financieros capaces de atemorizar a los endeudados países, como parece ser el caso de España, Portugal, y Grecia. Si analizamos ese Lobby en Estados Unidos vemos a compañías en el sector financiero cuya filosofía, fundación y actual control siguen en manos de sus fundadores judíos, representando más de un 75% en el cómputo global.

  No hay que olvidar dos cosas, ese Lobby controla las principales agencias de calificación del riesgo crediticio, y su negocio en el mercado de derivados de deuda pública representa casi un 80% del total mundial. Así que parece mentira que muchos todavía se sorprendan que la mayoría de gobiernos tiemblen en llevar la contraria a cualquiera de las aspiraciones geopolíticas de Israel.

Por otro lado tenemos a los señores de la guerra del complejo militar industrial americano, como ya denunciase Ike en su día, han ido cada vez más desplazando a la industria civil  y lo peor de todo es que lo han hecho con dinero público de los impuestos de todos los americanos. En el momento que se produce un conflicto armado,  las partidas presupuestarias de defensa se aprueban y asignan de manera alegre. Las grandes empresas fabricantes de armas reciben una liquidez casi instantánea, la gran mayoría de veces sin ni siquiera haber puesto todavía el pedido a disposición de sus compradores. Analizando el accionariado de estas grandes empresas del complejo militar industrial uno se lleva grandes sorpresas, adivinan?,     nos lleva de nuevo al principio de la historia.